Sin duda existe una tremenda ilusión por mejorar el sistema educativo en León y en Castilla; pero no nos llamemos a engaño: el mérito es del profesorado y de las familias.
De ese éxito, absténganse los políticos — en forma de senadores, directores generales, ‘abrazafarolas‘, lameculos, directores provinciales y secretarios generales — de ponerse medallas que no les corresponden. Decía John Boorman que “el progreso solo se consigue abriendo los brazos al progreso continuo”.
Y esa es la filosofía de Castilla y León y de La Rioja, comunidades preocupadas por la mejora del sistema y muy bien situadas en el informe PISA y en permanente ascenso y mejora de sus respectivos sistemas.