Confunden a Castilla y León con un gigante burdel.

Arístegui, diputado del PP por Zamora.

Arístegui, diputado del PP por Zamora.

Durante la votación del blindaje económico vasco, catorce diputados socialistas y dos del PP nos hicieron la peineta a los ciudadanos de Castilla y León. Todos ellos elegidos por esta insigne comunidad, madre de la  Historia de todas cuantas conforman el mapa administrativo de esta desgastada España y principal mantenedora de la unidad patria; aunque hoy  eso de la  unidad sea un concepto finiquitado.

Merino, diputado del PP por Segovia.

Merino, diputado del PP por Segovia.

Se conoce que tenían cosas más importantes que hacer los diputados, pues  ni siquiera fueron capaces de mostrar su honradez. Y no la mostraron porque no la tienen. A saber dónde se encontraban unos en el momento de la votación, que no aparecieron por el Parlamento. Y a saber en qué estaban pensando otros, que votaron con los primos carnales de ETA — el Partido Nacionalista Vasco — ; al fin y al cabo, casi todos de origen socialista y alguno falangista.

Unos, los ‘peperos‘, vendidos al mejor postor, tenían que haber aprendido a no esconderse; es decir, a no ser cobardes y despreciables. Otros, los sociatas, siempre dispuestos a vender a su madre por dos monedas de cobre,  fueron incapaces de defender a la tierra que les da de comer y les sustenta ociosos en su acomodado ‘burdel‘.  Todos juntos traicionaron a Castilla y a León.  «Nadie ataca a un León cuando el campo está lleno de ovejas», dice el refranero.

No quiero dejar pasar la ocasión. Solía decir mi abuelo que jamás hay que esputar hacia arriba, porque acaba cayéndole a uno en la cara. Y eso es lo que hay que hacer cuando los diputados socialistas que renegaron de su comunidad, y los dos del PP que se escondieron por cobardía, acudan a su tierra en demanda del voto o de apoyos puntuales.

No entendemos la postura de los diputados socialistas, como tampoco entendemos la postura de Gustavo de Arístegui, diputado por Zamora. Por el contrario, sí podemos entender la huida cobarde de Jesús Merino, diputado por Segovia, al saberse implicado en el caso Correa/Gürtel, tras conceder el Congreso su suplicatorio. Nuestra pregunta es si tenían algo más importante que hacer cuando debían defender a la tierra que les da de comer.

Apreciados lectores: la política está llena de cobardes y mentirosos con patas de cristal. Cada uno va a su bola y a quien muestra la enseña de la honradez le cortan la cabeza política. ¿Quién se va a creer ahora que representan a su tierra y a su bienestar?

Después del desprecio recibido por los dos diputados castellanos del PP y los catorce castellano-leoneses del PSOE, el ‘señorito‘ acomodado en la finca de Castilla y León debería mostrar su desprecio enviando a los los diputados al ‘fuego eterno’ de la política. Pero no lo hará. ¿Por qué? Pues porque Castilla y León históricamente sí paga a los traidores; aunque sea alta su traición. Echen una ojeada a los directores generales que se han echado al monte y ahí siguen ‘mamando de la ubre herrerina’.


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