Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, había fijado el domingo, día 25 de octubre, como plazo máximo para que dimitieran esta pareja de arriba; pero se ha quedado con las ganas.
Herrera Campo prefiere pasar la vergüenza de ver encausados en el Gürtel, más adelante, a sus fijos, que presionarles. Es una prueba más de que en Castilla y León no hay oposición, ni Juan Vicente tiene la autoridad que algunos le suponían.