‘Gótico-satánicas’ o el terror de la infancia
¿Zapatero debe ser denunciado ante UNICEF?
Durante años, Zapatero se ha dedicado a hacer daño a los españoles desde muchos puntos de vista. Ha masacrado la economía; ha ayudado a la Banca por temor a verse abandonado; ha abandonado a los parados y a los más necesitados; ha recortado becas y ayudas; su ignorancia le ha llevado a volcar sus obligaciones en las comunidades autónomas; crea pobres cada día que pasa y, posteriormente, se erige en defensor de ellos; ha dividido España con absurdos temas como la Memoria ‘Histérica’, el aborto, la reforma fiscal y el apoyo a los países dictadores y bananeros como Venezuela, Argentina, Nicaragua, Bolivia,…, además de ponerse del lado de sus correspondientes líderes, más preocupados de la droga, ‘los corralitos’, la evasión de capitales, el latrocinio nacional y la paranoica nacionalización de las empresas extranjeras.
Y, por si no era suficiente, acude en familia a EE.UU. para hacerse la foto con el ‘negrito’ descafeinado de moda, Barack Obama. Una foto que le ha costado la depresión, la burla, el hazmerreír y el descojono nacional con la foto de sus protegidas ‘góticas’ o, como dicen muchos de sus cercanos, «sus gótico-esperpénticas».
Y todo ello por mentir: quería proteger una imagen de desvergüenza y se ha encontrado con la vergüenza en su propia casa. Como plasma el dicho castellano: se coge antes al mentiroso que al cojo. Y si el cojo es mediocre, como Rodríguez Zapatero, ni siquiera se le concede recorrido.
Ahora entendemos que, cuando ha regresado de Coopenhague, todos sus ministros y ministras le han recibido vestido de negro-satánico, para que se encontrara como en su propia casa.
Dado que no ha sabido liderar al país ni siquiera crear una familia digna en valores sociales y familiares, habría que plantearse si sería conveniente denunciarle ante UNICEF. ¿Por qué? Pues sencillamente por abandonar la educación de sus hijas al ennegrecido satanismo, ser un padre irresponsable con sus obligaciones y por pretender una asignatura vulgar y obsoleta como la mal llamada «educación para la ciudadanía», cuya práctica puede conducir a que la infancia y juventud española sigan los pasos de la perversidad satánica de sus hijas, Alba y Laura, así como la falta de personalidad que han demostrado.