“Debilitaremos a ETA en todos los frentes”, ha declarado el presidente del Gobierno tras el Consejo de Ministros en comparecencia pública. Una declaración de intenciones que sí creemos esta vez y que nos gustaría que fuera, además, un firme deseo. Y decimos un firme deseo, porque nos confundió en muchas ocasiones durante la tregua-trampa, llamando “accidentes” a los asesinatos y actuando al dictado de GARA y de la banda, permitiendo que el entorno etarra entrara en las Corporaciones municipales y el comunismo vasco de matiz pro abertzale, y firmemente defensor de ETA, irrumpiera en el Parlamento vasco.
De igual manera nos gustaría que la felicitación del presidente Rodríguez a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, por las operaciones antiterroristas llevadas a cabo durante los meses estivales, fuera firme y sincera, así como que la hiciera desde el sentimiento real y no desde la mentira. Un sentimiento real que no puede ser suficiente con la palabra y desde la palabra, sino desde el compromiso por proporcionar medios y seguridad a los miembros de los institutos armados y a los cuarteles de la Guardia Civil. Suficientemente claras deberían haberle quedado las declaraciones de los padres de los guardias civiles de la Casa Cuartel de Burgos, de los vecinos burgaleses del cuartel y las de la madre del guardia civil asesinado.
Lo que nos preocupa es que “la banda sigue conservando su capacidad y voluntad de matar”. Y también lo ha dicho así Rodríguez Zapatero. Pero alguien debería de haberle explicado que en 2004 la banda estaba operativamente muerta y casi desarmada de medios, precisamente por el acuerdo por las libertades y contra el terrorismo que él firmó con Aznar y que traicionó en el momento que tocó poder, haciéndolo por egoísmo personal y contra un amplísimo sector de la ciudadanía. Por cierto, nuestras sospechas sobre el presidente se extenderán hasta que dé por nulo el consentimiento del Congreso de los Diputados para negociar con ETA.
Y si ETA sigue conservando capacidad para matar es porque usted, señor Rodríguez Zapatero, la ‘amamantó’ durante la legislatura anterior y le dio alas para que pudiera rearmarse. Precisamente, varios de los zulos que estos días está encontrando la Guardia Civil y la Policía son el resultado de aquel rearme y de aquel exceso de confianza. Queremos recordarle también, señor Rodríguez Zapatero, que son zulos donde su colega, Joan Mesquida, pensaba que guardaban bombillas de colores para Navidad y chocolatinas para el reparto del Olentzero. Ahí tiene el resultado.
Si su verdadera intención es seguir debilitando a ETA, en todos los frentes y con todos los medios, bienvenido a nuestro lado. Aunque usted sea nuevo en la lucha contra ETA, nosotros tenemos muchos más años de experiencia en la lucha de desgaste y le garantizamos un éxito pleno desde la trinchera de la democracia y de la Justicia; una Justicia que está como está por los ‘atropellos’ cometidos por su entorno de insensatos y por su amigo el Fiscal general. Si nos vuelve a traicionar, nos volverá a tener enfrente y esta vez sin recovecos y sin palabras.
Ah, señor presidente, se nos olvidaba: no se deje arrastrar por las barbaridades del señor Urkullu, muy dado a hacerse notar y a disparar con su ya habitual escopeta de decir tonterías. Deje trabajar a Pachi López que está en deuda con la sociedad vasca por ‘chiquitear’ con el entorno abertzale durante toda la legislatura anterior. Hoy el PNV solo está en condiciones de reivindicar su permanente apoyo a ETA y a su entorno. Mejor dejarles hablar para que se desahoguen del nunca superado batacazo de perder el Gobierno vasco por su mala cabeza y por la fuerza de los votos.
Cinco años son suficientes para conocer a un presidente. POr eso, cuando hace ese tipo de afirmaciones lo lógico es echarse a temblar y asumir una nueva tregua, trampa por supuesto.