La paradoja que protagonizan los sindicatos tuvo su más clara expresión este pasado domingo. Cándido Méndez y Fernández Toxo comandaron sus huestes, reducidas al sólo aparato burocrático de UGT y CC OO, por el centro de Madrid para protestar contra el paro. Hasta aquí, nada que objetar; al contrario, ya era hora de que las centrales obreras se dieran por aludidas, pues llevan dos años con la boca cerrada mientras el desempleo se ha disparado hasta los cuatro millones de parados. Lo sorprendente es que los dirigentes sindicales cerraron su manifestación de protesta en la Puerta del Sol, ante los portones del Gobierno de Esperanza Aguirre, como si ella fuera la culpable del desastre. Mientras tanto, en Telemadrid, los sindicatos forzaban arbitariamente la cuarta huelga con apagón total de la televisión. Asombroso. ¿Se trata de sindicatos o de franquicias del PSOE que, además de darle cariño al líder, hacen méritos para subir la facturación?
La paradoja que protagonizan los sindicatos tuvo su más clara expresión este pasado domingo. Cándido Méndez y Fernández Toxo comandaron sus huestes, reducidas al sólo aparato burocrático de UGT y CC OO, por el centro de Madrid para protestar contra el paro. Hasta aquí, nada que objetar; al contrario, ya era hora de que las centrales obreras se dieran por aludidas, pues llevan dos años con la boca cerrada mientras el desempleo se ha disparado hasta los cuatro millones de parados. Lo sorprendente es que los dirigentes sindicales cerraron su manifestación de protesta en la Puerta del Sol, ante los portones del Gobierno de Esperanza Aguirre, como si ella fuera la culpable del desastre. Mientras tanto, en Telemadrid, los sindicatos forzaban arbitariamente la cuarta huelga con apagón total de la televisión.
Asombroso. ¿Se trata de sindicatos o de franquicias del PSOE que, además de darle cariño al líder, hacen méritos para subir la facturación?
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