Observen y comprueben estos datos: por un lado, la Seguridad Social ha perdido casi un millón y medio de afiliados en apenas catorce meses y, por otro, en los diez primeros días del mes de febrero el paro ha aumentado en noventa y siete mil personas, además de perderse casi siete mil empleos diarios.
Puede parecer pesimismo, pero no es más que realidad. Recuerden aquello de que, en muchas ocasiones, un pesimista es un optimista bien informado. A pesar de esos datos, ni Gobierno ni oposición conocen más camino que el del mutuo reproche.
La situación es cada día más clara: o acabamos con la ineptitud de estos políticos que nos torean y cobran de las arcas del Estado, o ellos acaban con España. Su única bandera es la inutilidad, la mala fe y la lucha por el poder. No hay vuelta de hoja: es urgente la convocatoria de elecciones.
¡Hay que salir a calle! La situación económica está ahogando a familias enteras y, sobre todo, a las pequeñas y medianas empresas.
Si al caos económico unimos el globo en que se ha convertido la Seguridad Social, así como los millones de parados que se acumularán en los próximos seis meses, estamos en la antesala de una revuelta social que debe dar un escarmiento a los políticos del Gobierno y de la oposición. ¿A dónde están escondidos los diputados provinciales y los cobardes senadores que dicen representar a las ciudadanos? Lo dicho: ¡O ‘merendamos’ político o ellos se ‘meriendan’ España entera!.