Que el Partido Socialista ayude a la banca, en vez de ayudar a los pobres, nos hace pensar que la “O” de Obrero del PSOE es una tomadura de pelo para la ciudadanía. Cada vez engaña el socialismo a menos gente. Una cosa es lo que predica, o vocifera, y otra muy distinta lo que hace. Probaron la alfombra, el traje brillante y entallado, además del abandono de la madrugada, y pretenden establecerse con carácter fijo y para siempre.
El libro de cabecera del socialismo español alberga contenidos muy curiosos: la memoria histérica, el laicismo, la educación para la tiranía, el ataque frontal a la Iglesia católica y el aborto. Demasiadas patas podridas para un mal banco. Son la representación de un discurso mediocre y obsoleto. Vienen a ser algo así como la bandera de las cavernas y la falta de visión de futuro. Mientras tanto la Iglesia católica suple la irresponsabilidad de Ejecutivos como el de Rodríguez Zapatero.
No deja de ser curioso que la Iglesia ayude a los pobres, mientras comprobamos que el Gobierno socialista ayuda a la gran banca. La Iglesia con los pobres y el socialismo con los ricos. Nunca el socialismo, sustentado y defensor de la sociedad de clases, había caído tan bajo a la luz de la democracia y el desarrollo sostenible. Decía hace poco una líder del PSOE – ‘lideresa’, según Bibiana Aído — que antes de diciembre bajaría el euríbor. Y ha bajado; pero lo que no imaginaba es que lo haría por cobardía del BCE a asumir su auténtica responsabilidad, independientemente de la deficiente planificación de las familias.
Esa deficiente planificación, ni siquiera la ha asumido el Gobierno. Ha preferido mirar por la banca, contribuyendo a su bienestar y a aumentar sus ganancias, aunque la ciudadanía y las familias las pasen ‘canutas’. Las alfombras del poder conducen a eso; es decir, a destapar las miserias de gobiernos corrompidos o dispuestos a corromperse. Deberían saber los Gobiernos socialistas que los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas, al menos eso decía Voltaire.
El discurso del PSOE se ha quedado en un discurso de salva-pobres, de engañabobos y de puntuales tuerce-botas. No es lo mismo predicar que dar trigo. Mientras el presidente Rodríguez y su Gobierno de suspensos se ocupan de ‘doña banca’ y su boato, la Iglesia católica se ocupa de los pobres y de los más necesitados, en silencio y con humildad.
Ayudas para alimentos, vivienda, asesoramiento de todo tipo y formación para encontrar empleo son las ‘armas’ de largo alcance de la Iglesia católica, mientras las ‘armas’ de Rodríguez Zapatero son la mala imagen, la dejadez, desidia, abandono de responsabilidad y, como no podía ser de otra forma, la estupidez de quien se siente acomplejado y denostado por los gobiernos de su alrededor. Decía Ángela Merkel que la economía española es un petardo inofensivo que esconde podredumbre y falsedad alargada.
Mientras el Gobierno de Rodríguez no sabe a qué carta quedarse, Cáritas despliega todo su abanico de posibilidades y da una ejemplar lección al Gobierno español. Con la miseria que Cáritas recibe del Gobierno socialista planifica acciones de largo alcance y más de dos millones y medio de ciudadanos se benefician se ellas. Por el contrario millones y millones de euros del Gobierno español se dedican a armamento, altos cargos, libre designación, fondos reservados, boato, ayudas a países que acaban pidiendo condonación de deuda y a la corrupción. Es la bandera del socialismo del siglo XXI; una bandera que ha heredado de siglos precedentes.
“Además de ayudas para la vivienda, los servicios que están siendo más solicitados son los de orientación y apoyo en la búsqueda de empleo; ayudas para alimentación, medicina, pañales, leche infantil y material educativo dentro de los programas de familia y acogida”, leíamos en la prensa de estos días. Todo un ejemplo para Gobiernos como el español, dedicado a denostar a la Iglesia, defender el aborto, mentir a la ciudadanía, negociar con los terroristas e insultar a cuantos trabajan por y con los pobres. Ni siquiera la derecha más recalcitrante puede llegar a caer más bajo.
Estudiado con detenimiento el informe de Cáritas, comprobamos que quienes más solicitan la asistencia de la institución católica son las mujeres solas que tienen fuertes cargas familiares; los hombres en paro; las familias jóvenes con niños pequeños, y, como no podía ser de otra manera, las mujeres mayores con pensiones mínimas que no llegan a cubrir sus necesidades básicas.
A cualquier Gobierno digno se le caería la cara de vergüenza; pero al de Zapatero, no; a pesar de su demostrada indignidad y chulería. La asignación del Gobierno español para la iglesia, a través del IRPF, representa una vergüenza, resultado del odio, la represión, la miseria y la torpeza.
El Gobierno de Rodríguez empieza a ser insoportable y, en palabras de H. Asselin, las personas más insoportables son los hombres que se creen geniales y las mujeres que se creen irresistibles. Cada vez es menos creíble el socialismo en las sociedades desarrolladas, porque de todos es sabido que los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos.
No entiendo que este gobierno socialista tolere el gasto inútil de los Presidente y consejeros de las comunidades en «gastos» innecesarios como los vehiculos oficiales valorados en más de 100.eur y a más los extras que le añadimos unos 20.000 eur.
¿Tanto daño hace la Iglesia?
Yo digo que ¡No! todo lo contrarío,siempre está al más necesitado.
D.Jesús,comparto su post.
http://www.alter-ego.mobi