No deja de ser curioso que la Iglesia ayude a los pobres, mientras comprobamos que el Gobierno socialista ayuda a la gran banca. La Iglesia con los pobres y el socialismo con los ricos. Nunca el socialismo, sustentado y defensor de la sociedad de clases, había caído tan bajo a la luz de la democracia y el desarrollo sostenible. Decía hace poco una líder del PSOE – ‘lideresa’, según Bibiana Aído — que antes de diciembre bajaría el euríbor. Y ha bajado; pero lo que no imaginaba es que lo haría por cobardía del BCE a asumir su auténtica responsabilidad, independientemente de la deficiente planificación de las familias.
Esa deficiente planificación, ni siquiera la ha asumido el Gobierno. Ha preferido mirar por la banca, contribuyendo a su bienestar y a aumentar sus ganancias, aunque la ciudadanía y las familias las pasen ‘canutas’. Las alfombras del poder conducen a eso; es decir, a destapar las miserias de gobiernos corrompidos o dispuestos a corromperse. Deberían saber los Gobiernos socialistas que los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas, al menos eso decía Voltaire.