El honrado caballero Cervera
Cada día surgen nuevas pruebas respecto a la incompetencia del equipo que eligió Mariano Rajoy para hacer la travesía del desierto. La última de todas ha sido la de su relación con UPN. Se ha demostrado la falta de arranque del Partido Popular y su camino hacia la nada.
Un partido con firmeza y con afán por llegar a gobernar habría dado la ‘puntilla’ a Unión del Pueblo Navarro. Los pactos se hacen para cumplirlos y, en caso contrario, mejor no hacerlos. Eso de “suspender relaciones” con la UPN suena a un enfado de chiquillos; algo así como “ahora no te ajunto por malo”. Pero, que nadie lo dude, la falta de decisión del PP responde a un alto grado de cobardía, a una evidente inseguridad y a una clara falta de criterio.
Miguel Sanz, discutido caporal de UPN, debe su puesto de presidente en Navarra al Partido Socialista y, particularmente, a ‘Pepiño’ Blanco, don José. El Partido Popular sabía que UPN no podía ser fiel a los acuerdos de 1991, por la actual dependencia de su prebenda regional.
En política se hacen extraños compañeros de cama, pero también se encuentran traidores y traedores; unos porque traicionan la causa que les une y otros porque traen disgustos puntuales y a destiempo. De nada sirve que el partido de Rajoy diga que «lamenta profundamente las decisiones adoptadas por los órganos de UPN, a propuesta de su presidente Miguel Sanz». Si ya estaba ‘hecho unos zorros’ el partido de la derecha liberal… ¿cómo ha quedado ahora, tras el desacuerdo con las ‘huestes’ de Miguel Sanz?
El PP se ha atragantado con el disgusto que le ha dado Sanz. No ha sabido negociar con UPN y tampoco con los partidos nacionalistas. Rajoy y su partido hace tiempo que iniciaron la cuesta abajo sin frenos. La ciudadanía no cree en fantasías y, ahora mismo, el PP es pura fantasía, además de un circo donde no hay ni orden ni concierto. Y no lo decimos solamente nosotros, son los propios afiliados quienes lo difunden a diario. Nunca creyeron en el nuevo equipo de Mariano Rajoy.
Tal vez, dentro del circo que componen el PP y UPN, el mejor parado ha sido el diputado Santiago Cervera, elegido en la coalición PP-UPN, por su voto afirmativo en la enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales para 2009, presentada por el Partido Popular. Hay caballeros que lo son y lo son hasta el final, pese a quien pese, y a pesar de insultos o amenazas. Cervera ha demostrado que no comparte la cobardía de UPN. El partido que presuntamente dirige Sanz ha perdido también la credibilidad y Miguel Sanz se encuentra en estos momentos en paños menores.
No estaría de más que el diputado Cervera se planteara presentarse a las elecciones internas de UPN para poner orden y concierto. De igual forma, el PP debería reflexionar en serio e ir por libre a las próximas elecciones en Navarra, con aspiración de tocar poder en esa comunidad autónoma.
Rajoy se ha vuelto a equivocar; políticamente es una ruina para su partido y para España. Santiago Cervera es el señor ante quien uno se puede quitar el sombrero tranquilamente, por la confianza que inspira y por su saber estar. Miguel Sanz ha quedado con ‘los calzones al aire’ y posiblemente haya iniciado la cuesta abajo definitiva de UPN, al pretender reverenciar al Partido Socialista. Miguel Sanz ha dado fiel cumplimiento a lo que decía F. Galiana: “cuando hacemos alguna reverencia a alguien, damos siempre la espalda a otro”.
Este hombre ha tenido mucho valor. Hay que aplaudirle.