El señor Villanueva no tiene por qué conocer estrategias privadas de Renault y, menos aún, cuando desde Francia se comprueba que su estrategia no está basada en la I+D+i, sino que se limita a culpar al Gobierno central y a pedir a éste que interceda por Renault-Valladolid, lo que demuestra la impotencia y la incompetencia del Ejecutivo regional y el nulo peso de Herrera Campo, Juan Vicente, en el ámbito empresarial de Castilla y León, y menos aún en el de España.
Me comentaba un periodista español, amigo y compañero de tareas comprometidas con ETA y el mundo abertzale, que en Francia y en la Casa Madre de Renault-Francia nadie sabe quién es Tomás Villanueva y tampoco el presidente Herrera Campo. Ante tal afirmación nos pasamos media mañana riendo, sobre todo después de haber escuchado las estupideces alarmistas lanzadas por don Tomás Villanueva, que no Santo Tomás de Villanueva.