Se ha negado lo evidente hasta la saciedad. La mentira ha sido la estrategia del mal llamado ‘proceso de paz’. Las numerosas reuniones han empezado a pasar factura y lo van a seguir haciendo durante el tiempo que precisen en el entorno abertzale. Con ello marcaban cada pauta y escribían la hoja de ruta de los más estúpidos y miserables.
Recuérdese que desde numerosas instancias se intentó convencer al presidente Rodríguez para que no entrase en terreno de ETA, pero solo la ignorancia, el desconocimiento y el mal asesoramiento abrieron la puerta a la ‘serpiente’; una serpiente con la que coquetearon los más imprudentes y menos preparados. Los resultados a la vista están: ETA, ANV y Batasuna no se han movido ni un solo centímetro en sus pretensiones y el presidente Rodríguez ha estado a punto de poner en ridículo al Estado de Derecho.
Nunca como ahora ha habido tantas pruebas para ilegalizar a ANV, nuevo brazo político de ETA. También el colaboracionismo del PCTV es cómplice, ya que está demostrado que es el recaudador ‘legal’ en las instituciones y el miserable ‘correveidile’ de la banda. Batasuna, al estar ilegalizada y decapitada, se limita a hacer de claque ocasional y, muchos de sus miembros, a cobrar mensualmente del dinero recaudado por ANV bajo el paraguas de concejales, diputados forales y demás figuras con apariencia legal.
El Gobierno Rodríguez aún no se ha percatado de lo fascinante que es la política, porque no ha sabido verla con las gafas adecuadas. Ha caído en la ignorancia y esa no es otra, según Confucio, que la noche de la mente; pero una noche sin luna ni estrellas.
Sería injusto no dejar constancia de que esa ‘noche de la mente’ se extiende a muchas otras facetas del Gobierno Rodríguez, donde la descoordinación es la nota predominante, el insulto su actividad diaria, la mentira su objetivo secundario, la irresponsabilidad su bandera, la falta de planificación su característica más vistosa y la incompetencia su estandarte más vistoso por rechazado.