La joya de Lizarza Ayuntamiento con Batasuna Ayuntamiento con Regina
La cara de esta moneda la protagoniza Regina Otaola Muguerza, una mujer puramente vasca, nacida en la localidad guipuzcoana de Eibar y militante del Partido Popular, que, con perdón y dicho con todo el cariño del mundo, tiene un par de cojones. Y si digo que tiene un par de cojones es porque es de las pocas personas que, desde la más pura democracia y luchando en campo contrario, ha tenido el valor de enfrentarse ella sola a los asesinos de ETA sin ningún tipo de complejo y, sobre todo, sin el más mínimo atisbo de miedo.
Es una pena que muchos individuos a los que se les supone tan escrotales atributos como, por ejemplo, el socialista Odón Elorza, alcalde de San Sebastián, se caguen en los pantalones cada vez que un batasuno les mira a los ojos. Muchos hombres deberían aprender de esta mujer. Muchos hombres deberían aprender a diferenciar con claridad entre los defectos y los valores, y no confundir la cobardía con la tolerancia, el fascismo con el cariño por la tierra o los asesinos con gudaris.
Regina Otaola es el mejor espejo en el que todos debemos mirarnos para encontrar esa dignidad, que en realidad todos tenemos, pero que a veces el miedo se encarga de enterrar en lo más profundo de nuestra miseria.
Regina Otaola llegó al ayuntamiento de Lizarza (Guipúzcoa) debido a que los nacionalistas vascos, tanto del PNV como de lo que llaman «izquierda abertzale» (ETA), decidieron emitir sus votos en blanco o nulos, manteniendo la esperanza de que el Partido Popular no lograse el 5% necesario para formar gobierno, aunque finalmente y contra todo pronóstico el PP consiguió superar ese porcentaje, siendo, además, el único partido votado en las elecciones, y de este modo se ha llegado a la curiosa situación actual en la que la alcaldesa y todos los concejales de Lizarza son del Partido Popular.
Es de reseñar que desde el inicio de la democracia, Lizarza ha tenido siempre alcaldes de la «izquierda abertzale» (ETA), excepto en la anterior legislatura que estuvo como alcalde Joseba Eguibar, del PNV.
Este evidente poder nacionalista en el pueblo nos puede dar una idea de la especial situación que está viviendo en Lizarza esta valiente vasca de pura cepa -aunque del Partido Popular-, porque Regina, desde que llegó a la alcaldía, no ha dudado ni un instante en cumplir y hacer cumplir la ley, dejando de lado las diarias amenazas, los diarios insultos y las diarias presiones del mundo de ETA.
……..
Tiempo atrás un alcalde simpatizante de los asesinos decidió que la plaza del pueblo se llamase plaza del Gudari Txirrita, en honor a un criminal etarra llamado José Bernardo Bidaola, cuyo apodo era «Txirrita», y que resultó muerto en un tiroteo con la Guardia Civil en el año 1976. Y por fin, ahora, Regina Otaola ha conseguido restituir la dignidad a esa plaza, aunque sólo sea durante su mandato, porque no me cabe ninguna duda que en próximas elecciones, si ganan los abertzales, en ese pueblo se volverá a cambiar la libertad por el criminal, y muchos de sus vecinos aplaudirán mientras babean.
Y después de todos estos democráticos cambios en el pueblo de Lizarza, los abertzales han decidido ponerse manos a la obra, es decir, han echado mano de la capucha, de la gasolina y de la noche, para hacer lo único que saben hacer, que no es otra cosa que ejercer la violencia. En esta ocasión los abertzales han quemado la bandera de España del balcón del ayuntamiento, supongo que tratando de acojonar a la alcaldesa Regina Otaola, pero, como es natural, a esos bobos les ha salido el tiro por la culata, y nuevamente está ondeando la bandera de España en el mástil central del balcón del ayuntamiento. Y lo peor de todo es que en algún almacén municipal, Regina Otaola tiene decenas de banderas que muchos ayuntamientos y entidades de España le han enviado para que pueda sustituir de inmediato todas las que los violentos vayan quemando…
Vaya hueso duro de roer está siendo Regina Otaola. Con diez como ésta se acababa ETA….
Es una pena que haya tanto cobarde… y que además crean que eso que les cuelga entre la piernas son cojones.
FUENTE: EL BOLETO- La verdad sobre ETA.