Archivo diario: 1 diciembre, 2007

¿'Volverán el rabo', como otras veces?

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Cuando pasen dos días y los partidos políticos se distancien en el tiempo del reciente atentado contra dos guardias civiles, escucharemos el ‘digo’, donde era ‘Diego’. Ha pasado una y otra vez. Los primeros en ‘volver el rabo’ suelen ser PNV, EA, PSE e ‘Izquierda Hundida’ en versión vasca. Ah, pero eso sí, suelen dar consejos a todo el mundo y es que, como decía Fray Antonio de Guevara “aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos”.

ETA habló en su único lenguaje

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Ha vuelto a suceder, tal y como nos temíamos. ETA ha hablado con el único lenguaje que conoce. ETA ha vuelto a matar. La ‘serpiente’ vuelve a las andadas; vuelve a generar odio, preocupación y muerte. Seguramente el Gobierno habrá sentido impotencia y decepción al comprobar que la banda asesina es tal y como se le dijo, sin que supiera escuchar a tiempo.

ETA desconoce el sendero de la paz. En su particular diccionario no existe ese vocablo. Llama paz y pacificación a la aceptación de sus condiciones; no cabe para ella la palabra del otro y mucho menos la propuesta alternativa. Hoy es un hecho que el Gobierno ha tenido todas las cartas para derrotar a ETA y ha dejado pasar una ocasión que le será reprochada durante mucho tiempo. La ciudadanía no debe olvidar para no ser engañada de nuevo.

Era un secreto a voces. Nadie dudada que ETA seguía buscando la ocasión para atentar. Lo había repetido en numerosas ocasiones Pérez Rubalcaba. También Joan Mesquida había ‘caído del burro’ tras mucho tiempo desconcertado. Y hasta el bachiller Pepiño’ Blanco, don José, lo había recordado hace poco. Tal vez lo más penoso es que este Gobierno conoce la teoría, nada más, a pesar de las numerosas pruebas prácticas que existen a su alrededor y los abundantes asesores de que disponen. Es evidente que sí hay un sordo más sordo que el que no quiere oír, y es aquel a quien por un oído le entra y por otro le sale.

La buena fe que en alguna ocasión había demostrado el presidente Rodríguez se ha desmoronado. No nos cansaremos de apostar por la eliminación de la banda etarra, la condena de cuantos estén implicados en la colaboración con banda armada, el cumplimiento íntegro de las penas y la entrega de las armas. Con ello es fácil comprobar que muchos ciudadanos no nos hemos movido de donde estábamos, ni cambiado la forma de pensar en cuanto a ETA. Otros, por el contrario, como el Gobierno Rodríguez y los conocidos negociadores filoetarras, verdaderos fracasados a la vista de los resultados, siguen generando sospecha y desconfianza a la ciudadanía.

Hoy la ‘serpiente’ está envalentonada, brava y rearmada. Y todo eso lo ha posibilitado la actitud ruin del actual Gobierno. ETA ha hecho lo que sabe hacer: matar. Al igual que hace unos días ha vuelto a hacer uso de otra de sus especialidades: la extorsión a empresarios y pequeños comerciantes. Sirva como recuerdo que Joan Mesquida, por estas mismas fechas, defendía la teoría de que ETA no se estaba rearmando. No había constancia, según decía. Pues apreciado y despistado Mesquida, ahí tienes dos tazas.

Aquellos titubeos de la tregua-trampa han llevado a lo que vemos ahora. El atentado contra dos guardias civiles ha sido una cobarde reacción de ETA a la importante respuesta de la Audiencia Nacional. Mientras mostraban inseguridad y dejadez la Fiscalía y el Gobierno Rodríguez durante la tregua-trampa, la Justicia ha sabido estar en su sitio, que no es otro que defendiendo el Estado de Derecho. Bien es verdad que la memez, la ignorancia y la estupidez de quienes han alentado la negociación, han podido poner en peligro ese Estado de Derecho con las ofertas y contrapartidas a la banda, como si ETA se hubiera constituido en Estado soberano.

Con ETA no debe tener clemencia el Estado de Derecho, aunque pueda parecer una contradicción, precisamente por apellidarse “de Derecho”. Lo cierto es que el corazón me dicta que no debe haber clemencia, aunque la cabeza me racionaliza ese pendamiento. El camino es acabar con la banda terrorista. No hay duda de que es el único camino para que la ciudadanía vasca recupere su necesaria libertad. Y debe recuperarla porque «la libertad – como día Albert Camuses más que una oportunidad para ser mejores».