Al PSOE le revuelve las entrañas que le recuerden su ruptura del Pacto Antiterrorista. No la hagas y no la temas. Después de tres años largos ‘carteándose’ con la serpiente etarra y todo su entorno, no puede creer el partido socialista que es fácil olvidar tanto daño a la convivencia ciudadana, ruptura incluida. Y si lo cree, se equivoca. Se equivoca de largo y de ancho. Si es capaz de creer en los absurdos y en la categorización de lo que para muchos es simple estupidez, también debería estar convencido de que no faltarán ciudadanos que le recuerden permanentemente sus atrocidades con la banda.
La política antiterrorista no es un tema puntual para el recuerdo o el ataque dialéctico cuando conviene, sino que es el conjunto de acciones a llevar a cabo para acabar con la banda ETA, en nuestro caso. Esas acciones no han existido durante años, sino que se ha estado a merced de delincuentes, paranoicos y memos descentrados. Por tanto ni es “un despropósito”, ni es “un desacierto” el planteamiento que va a hacer el PP en el Congreso. Otra cuestión bien distinta es que sepa hacerlo con rigurosidad y de forma inteligible. En este momento, con los mimbres que cuenta el partido popular es difícil, muy difícil hacer un cesto. Ni Rajoy sirve ya a los objetivos de las bases ‘populares’, ni los ‘mariachis’ de Rajoy inspiran confianza a la ciudadanía.
También resulta muy difícil de entender que el PSOE dé excesiva importancia a la manifestación de hace una semana y no se la dé a las numerosas manifestaciones que ha habido en la calle contra su rastrera, mentirosa y mediocre política antiterrorista. Seguimos sin entender las palabras de Villarrubia, secretario general del grupo socialista en el Congreso. A pesar de que son simplemente la voz de su amo, muy equivocado al respecto, ni son de recibo ni se las cree nadie. Y muchos menos en su tierra palentina.
Si ya suelen ser desafortunadas las intervenciones de Julio Villarrubia, ésta última ha adquirido la categoría de lastimosa y pedigüeña. Incluso quienes no creemos en el PP, ni en sus dirigentes, y muchos menos en los acólitos mendicantes que rodean a Mariano Rajoy, consideramos que sí es afortunada la iniciativa respecto a que no prescriban los delitos de terrorismo. Estamos ante una petición y ante un derecho largamente esperado y siempre frenado por el socialismo. En esta España nuestra acaba prescribiendo todo; hasta la memoria histórica se queda en memoria histérica y poco más. Ni deben prescribir los crímenes de Estado, ni deben hacerlo los delitos de terrorismo.
Ahora mismo podemos decir que es excesivo el daño que ha hecho a la sociedad la resolución aprobada en mayo de 2005, autorizando el diálogo con ETA. De igual modo, ha sido mucho tiempo el que se ha perdido por no ilegalizar a ANV, cuando todos sabíamos que aportaba dinero a la banda y la surtía de cuadros humanos. Bueno, todos no lo sabíamos, quedaba algún ignorante dispuesto a embadurnar al Estado de Derecho si hacía falta. Para más datos, sigue presidiendo el Ejecutivo socialista y se mantiene rodeado de insultadores y calumniadores, dispuestos a cerrar páginas webs y bitácoras si no les son afines. Lo hemos vivido recientemente en nueve bitácoras y han metido el miedo en el cuerpo a cientos de bloggers. Pero, al final, venceremos, por muchos ‘zetapés’ que maltraten la dignidad y la limpia conciencia. El Gobierno español, en su afán represor, ha actuado como actuó Hugo Chávez con la página web de nuestra amiga y periodista venezolana, Martha Colmenares, en vísperas de las elecciones. La represión es represión, venga de donde venga y la imponga quien la imponga.
Todavía no conocemos cuál es la política antiterrorista del Gobierno Rodríguez, salvo las sospechas que nos infunden las políticas cercanas a localizaciones ‘bananeras’. No creo que sea muy ético ayudar a aquellos países que permiten la formación de etarras en su territorio, para después actuar en territorio español. Queremos saber cuál va a ser la política antiterrorista de Rodríguez en los próximos años. Es complicado creer al presidente después de tanto engaño burdo y mal intencionado. Por eso lo mejor que puede hacer es despejar el camino. Total, para ‘acangrejar’ a España, como ha hecho Zetapé, nos puede servir cualquier Pajín, Caldera, Trini, Rumí, Carme, Moratinos o ‘Maleni’ que pase por el barrio en ese momento.
