El Gobierno socialista no se harta de mentir a la ciudadanía. Empieza a dar la sensación de que todo está siendo una gran mentira en estos tres últimos años, mientras obedece al terrorista, ‘camea’ con el verdugo y vuelve la espalda a la víctima. El presidente Rodríguez arrastra una irreparable falta de credibilidad y, además, la ha extendido a todo su gabinete y a su partido. Acaba de demostrar GARA que el Ejecutivo y ETA lo han pactado todo, desde las fichas hasta el cubilete, así como que Rodríguez ha hablado en numerosas ocasiones al dictado de la banda asesina. Ni siquiera podemos presumir del prestigio de nuestro presidente de Gobierno. Sus engaños y desmentidos crecen en número. Y van…
Rodríguez ha incurrido en una vulgaridad, impropia de un presidente de Gobierno, como es acordar compromisos de índole política. Algo así como negociar de Estado a Estado, lo que supone un desprecio a la ciudadanía, al Estado de Derecho y al sentido común. Después de tal atropello resulta más fácil creer a GARA que al Gobierno. De ahí las numerosas miradas de reojo que ha sufrido Rodríguez en Bruselas. Europa no perdona a quien ‘amamanta’ a una serpiente asesina y negocia o establece garantías con banda armada. Y eso el presidente Rodríguez no lo ha advertido ahora por primera vez, sino que lo viene sufriendo desde que apadrinó la internacionalización de la banda ETARRA y movió los hilos de la Embajada de España para que ETA fuera vista y presentada en ‘atractivos colores’.
Hay que resaltar que, como de costumbre, Europa incurre en una tremenda contradicción: por un lado, sospecha del presidente Rodríguez y le recrimina su actuación en cuestiones como el terrorismo y la inmigración y, por otra parte, sigue hablando en sus comunicados de “grupo español independentista” para referirse a ETA.
Pero volvamos a GARA. Reseña con detalle la colaboración y mediación de la organización internacional especializada en resolver conflictos. Es evidente que lo de “especializada” hay que ponerlo en duda, entre interrogaciones y en cuarentena pues, de haberlo sido realmente, debería conocer que ETA estaba acorralada en 2002, como consecuencia de la política antiterrorista del Gobierno Aznar y por la ayuda exterior.
Llegados a ese punto de desconocimiento, la supuesta organización “especializada” ha contribuido a que ETA se envalentone, a que el Gobierno la trate de igual a igual y a que recupere muchos medios materiales para matar, formación de sus cuadros de asesinos y lo que nunca tuvo: la sensación de que la banda es respetada por el Gobierno, así como que es una organización democrática que lucha por la paz.
Dios los cría y ellos se juntan. Malos compañeros de viaje elige Rodríguez y no mejores son los compromisos, aspiraciones, proyectos y perspectivas. El pescado está vendido y todo lo que sea prorrogar innecesariamente elecciones es ir contra los intereses del Estado de Derecho y a favor del irresponsable provecho propio.