El fin último de la banda es doblegar al Estado español, arrodillar a la democracia, lograr la autodeterminación y unificar la territorialidad. No son conscientes de que convertirían a la entelequia que es Euskal Herria en una especie de Albania; pero en versión pobre, muy pobre y retrasada. Ante tal situación el Estado de Derecho debe ser firme, usar los resortes que le son propios e intentar recuperar los tres años perdidos en cesiones, engaños, ventajas y componendas.
La ciudadanía debe mantenerse en vigilancia permanente; salir a la calle ante posibles atropellos gubernamentales, como ha sucedido hasta el momento y exigir ética al Gobierno Rodríguez. Una ética de la que ha estado muy alejado, incumpliendo cada uno de los compromisos contraídos en el tiempo que fue oposición, dejando de lado a las víctimas, ‘encamándose’ con los verdugos en reiteradas ocasiones y ‘verduleando’ con el brazo político de ETA. Hay que vigilar al trilero del Gobierno.
Una prueba evidente de que Rodríguez ha errado en sus actuaciones, durante estos tres últimos años, es la pueril reacción tras el fin de la tregua trampa. Sería conveniente que Rodríguez reaccionara: si dirige todas sus fuerzas y medios contra ETA, ahí nos encontrará a los demócratas. Y nos encontrará para apoyarle sin condiciones y con tesón, independientemente de lo que haga la oposición de derechas o los sectores más reaccionarios.
El Gobierno Rodríguez debe aprender que el Estado de Derecho no está nunca en venta, ni en tregua con los violentos, los asesinos o los extorsionadores. Los facinerosos manejos desde Interior y la Fiscalía son, sin ninguna duda, un atentado a la ciudadanía, a la democracia y al Estado de Derecho. Con actitudes y componendas mafiosas como las que hemos vivido, a veces se llega a lo que, en honor a la verdad, se suele llamar Estado de desecho. GARA debe publicar las actas sin esperar más, porque quienes seguimos trabajando por la paz necesitamos saber hasta qué punto nos ha llegado a vender el Gobierno Rodríguez.
La credibilidad de GARA está en cuarentena desde hace muchos meses. Ahora tiene la oportunidad de demostrar que alguna vez no miente. No encontrará otro momento como el actual. Al igual que el Gobierno Rodríguez no encontrará otro momento como éste para cerrar GARA, si no es cierto cuanto ha difundido. Y, por supuesto, la ciudadanía tiene que pedir cuentas, también, a Jesús Eguiguren, hasta que salde su ‘deuda asesora’ con la sociedad. Siguiendo las tesis de Rodríguez, con la pasión que lo ha hecho, es junto con el presidente quien más deudas ha contraído con las víctimas.