ETA es lo que sabe hacer. Siempre actúa a traición. La pandilla de indeseables y de la que el presidente del Gobierno dijo que estaba formada por «hombres de paz» ha vuelto a dejar su sello.
A estas alturas debería estar desaparecida la banda, si desde el Gobierno se hubiera aplicado la Ley de Partidos, pero Rodríguez se dedicó a ‘amamantar‘ a la serpiente etarra, justo en el momento que peor lo estaba pasando. Y no solo eso, sino que alentó a la banda etarra con la vergonzosa negociación, poniendo de rodillas al Estado de Derecho.