¡Qué torpe le salió la niña a Wenceslao! Nos ha tomado el pelo diciendo que lo destapado por el diario LA GACETA, respecto al piso heredado del franquismo, es mentira. Pero se le ha caído el sombrajo de la mentira, el odio y la mala fe que tanto le caracterizan. Aquí está la verdad:
«Su padre, Wenceslao –abogado inspector del Ministerio de Trabajo–, dejó a la vicepresidenta en herencia el piso que se encuentra edificado sobre unos terrenos expropiados durante el franquismo en la década de los sesenta.
Más tarde, el Ayuntamiento de Madrid se los vendió al Patronato de Funcionarios del Ministerio de Trabajo, a quien le compró el piso el padre de la vicepresidenta por algo más de 24.000 euros en 1980. Hoy, tal y como señaló LA GACETA el pasado jueves, su valor de mercado se estima en torno a 600.000 euros. Asimismo, su hermano, también inspector de trabajo, compró otro piso por muy poco más de lo que le costó a su padre. Sin embargo, éste lo vendió en 2002 por 400.000 euros. Cada piso mide 128,40 metros cuadrados».