Rodríguez Zapatero abusó de su condición de presidente y de reconocido miserable; con ello demostró que no es trigo limpio y que la bondad de su persona deja mucho que desear, a pesar de lo que diga el rey Juan Carlos, quien, por cierto, apenas conoce a Rodríguez en su mala fe y retorcimiento habitual. Todo ello se lo deben los trabajadores a la gracia, obra y milagros de un gobierno socialista, avalado por el Partido Socialista Obrero Español.
En estos días, miles de ‘curritos’ están renegociando la hipoteca con el agua al cuello o están firmando la documentación de devolución de la vivienda, al no poder soportar la aguda crisis que tenemos encima y que atenaza las perspectivas económicas de los próximos meses. Y todo ello se lo debemos a la negligencia del Partido Socialista Obrero Español, por su nefasta gestión y nulas medidas para afrontar y atajar la crisis de referencia.