Después de comprobar que el socialismo apostó por una educación descafeinada, el profesorado está convencido que hace falta un Pacto de Estado por la educación. En su día, Rodríguez Zapatero apostó por él y se comprometió a sacarlo adelante antes de que acabara la primera legislatura. No hace falta hablar del resultado. Mintió en eso, como ha mentido en el empleo, la crisis, el talante, la igualdad, la ley de extranjería, la economía y la dignidad ciudadana.
No solo es preciso ese pacto, sino un aumento sustancial en inversión educativa para que todas comunidades puedan ser competitivas. Lo triste es que el Ministerio de Educación no ha sido capaz de convertirse en líder del sistema educativo. Al MEC se le ha ido la fuerza por la boca y los sucesivos ministros solo han incrementado su cartera personal, pero nunca su apuesta decidida por la educación, la convergencia con Europa y el apoyo de medidas para alcanzar la dignificación del profesorado.