“El modelo de un ferrocarril público de calidad . . . . es el resultado de un proceso que comenzó con la decisión del Gobierno socialista de construir una línea de alta velocidad que conectase Madrid con Sevilla, primero, y del diseño, después, de una auténtica malla ferroviaria, realizada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.”
“Los resultados de este esfuerzo titánico son impresionantes. . . . . España es el Estado del planeta que más kilómetros de nuevas líneas tiene en fase de licitación o construcción, con más de 2.500, a los que hay que sumar 1.300 Km. de vías, cuyo proyecto está siendo redactado, y nuevas líneas que son objeto de estudio, cuya longitud alcanza 3.800 Km. adicionales”.
El embuste que se esconde en estos párrafos, seleccionados entre otros muchos similares, es tan descomunal, que el título del suplemento donde se publica el artículo no puede estar más ajustado al relato de las maravillas que se describen: “El milagro del AVE made in Spain”.
Francisco Álvarez Cascos, en la Convención Autonómica de Castilla y León, celebrada en Burgos el 7 de mayo de 2010.