Dolores de Cospedal, baronesa del PP por méritos propios
El silencio de Mariano no es el resultado de una estrategia, sino de muchas negativas y de la estupidez de haber intentado desmontar lo que empieza a afianzarse. Muchos miembros del partido le han dado a Mariano Rajoy una respuesta semejante a la de Eduardo Zaplana – que en cualquier momento puede volver al partido bajo palio – y Angelito Acebes.
Sin duda, la estupidez a la que me refería es el intento de cercenar las esperanzas de los castellano-manchegos. No conforme con perder el control, Mariano ha intentado atraerse a su equipo a Dolores de Cospedal, lo que ha indignado en esa comunidad.
Es impropio de la honradez de Mariano Rajoy su excesivo egoísmo por asegurarse su “guardia pretoriana”, a sabiendas de que desmantelaba una de las mayores ilusiones de los castellano-manchegos. En Cospedal han volcado sus esperanzas, condenados – como han estado – a ‘tragar’ socialismo legislatura tras legislatura por la presencia incombustible de José Bono y las actuales tragaderas de Barreda.