La culpa siempre fue del patriarcado,
porque es que el patriarcado es lo que tiene.
A ver si os enteráis: lo dice Irene.
Y tal como lo dice lo traslado.
Aquí, en Afganistán y en cualquier lado,
el patriarcado, erguido como un pene,
exige hacer aquello que él ordene,
y oprime y tiraniza, descarado.
Maldito patriarcado nauseabundo,
que humilla a la mujer en todo el mundo,
ubicuo, pertinaz y sempiterno.
Un patriarcado vil, feminicida,
por culpa del que Irene, resentida,
figura de ministra en el Gobierno.
Fray Josepho ( Libertad Digital )