Frente al daño efectuado por este Gobierno, además de su visible torpeza, no ha tenido más remedio que mirar a Díaz Ayuso y comprobar que hay otras formas de hacer política.
Por Jesús Salamanca Alonso / El ‘Caudillo’ Sánchez se ha pasado tres pueblos, o tal vez diecisiete, en su última aparición ante los ciudadanos. Eso sí, bien escondido tras el mismo plasma del que acusaba a Mariano Rajoy. Ningún periodista, por si preguntaban por las innumerables mentiras; los 72.000 muertos; las negligencias del Gobiernos; las mil y una meteduras de pata; el abandono de las residencias de ancianos; el reciente recorte de las ayudas europeas para la reconstrucción; los bulos creados desde el propio Gobierno…
El Primer Año Triunfal del Caudillo Sánchez ha sido el culmen de la desgracia de la ciudadanía, la economía y el futuro más inmediato. Para el Plagiador Mayor del Gobierno, este aniversario supone un paso más para descabalgar a su envidiado y despreciado rey, Felipe VI. Por tanto, Pedro Sánchez ya tiene más cerca sus anhelados mensajes de Navidad, Nochebuena y Nochevieja vestido de Caudillo. Su enfermizo narcisismo cree que va tomando forma, aunque sólo sea para él y su falsificadora de licenciaturas. Sigue leyendo