El abandono municipal en Valladolid ya es sobrecogedor: mobiliario inutilizable, jardines abandonados, baldosas y adoquines sin nivel, obras ‘escurialenses’… Se puede atender la ciudad aunque el alcalde siga a sus ‘Alvise-movidas’ de tráfico de influencias y otros.
Están ustedes ante la imagen de un banco cualquiera de Valladolid. Como pueden ver no me refiero a la gran banca financiera, sino a los bancos de descanso de calles y parques de la ciudad de Valladolid. Si dije un banco cualquiera es porque, elijan el que elijan en la ciudad, se lo encontrarán así, incluso mucho peor y alguno no tan mal, pero con deyecciones varias. Las deyecciones de pájaros y palomas no se tratan y los bancos permanecen así todo el año.Sospecho que el plan de recogida de palomas no ha dado resultado, pero es porque no lo saben hacer. El alcalde debería enviar a tres funcionarios municipales a un pueblo para que aprendan a tener a las palomas torcaces a raya, que son las que enmierdan la ciudad, sobre todo. Bien es verdad que, de cuando en vez, surge algún animal racional de dos patas que también da la nota, a sabiendas de que el Ayuntamiento lo abandonará (me refiero al destrozo).