Sánchez no ha reducido la tropa del Ejecutivo y sabe que debe hacerlo pronto, mucho antes de que convoque elecciones.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hace apenas unos días, Pedro Sánchez confesaba a Ferreras que no era su prioridad hacer una crisis de Gobierno. Fue escuchar lo que dijo y pensé que eso no tenía recorrido; es más, estaba convencido de que en unos días iba a hacer una remodelación. Conociendo al presidente, sabemos que miente casi siempre, de ahí que hayamos empezado a interpretar al revés cuanto afirma. Y, claro, bingo.
En ‘Hundidas Podemos’ le habían puesto la navaja al cuello, y no precisamente la de mentira que enviaron por correo a la ministra medinense, Reyes Maroto. Tanta ha sido la presión y la estratagema que Pedro ha sido incapaz de cesar y sustituir a la tropa de la extrema izquierda. Ni siquiera al gaznápiro comunista, Alberto Garzón, admirador de los Castro, pateador de chuletones y ‘metepatas’ integral. Sigue leyendo