Desde que Felipe González gobernó, no ha faltado ministro destinatario de chistes y chascarrillos. Siempre con algún motivo. Uno de los primeros, dicho sea, con respeto, fue Fernando Morán, a quien se le aplicaban todos los chistes como cuando preguntó por la temperatura de Rusia para saber qué ropa llevar en un viaje. Al contestarle que “cero grados”, su respuesta no se hizo esperar: “¡Cojonudo, ni frío ni calor!”. Un ministro que se hacía querer y cuya cara delataba toneladas de bonhomía.
Con José Luis Rodríguez Zapatero, allá por el año 2008, fue nombrada ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la ministra bloguera. Se convirtió así en la ministra más joven con 31 años. Con su disparate de “miembros y miembras” comenzó el circo inclusivo que hoy pretende continuar la actual ministra, Irene Montero, y que acabará siendo el motivo de su salida del ministerio. Al tiempo. Sigue leyendo