La ameneza de Marruecos sobre España es muy grave y los hechos desgracidamente así lo van demostrando.
Por Javier Navascués / La invasión masiva de ciudadanos marroquíes que entraron de manera irregular a Ceuta y que podría superar las 6.000 personas, ha desembocado en un despliegue del Ejército, unidades de la Legión y de Regulares, por las calles de la ciudad autónoma. En la entrada, un ciudadano marroquí ha fallecido intentando bordear el espigón de Tarajal a nado entre cientos de compatriotas.
La Delegación del Gobierno había elevado a “unos 5.000” el número de ciudadanos marroquíes que ha accedido irregularmente a la ciudad autónoma bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú. De ellos alrededor de 1.500 serían menores de edad, por lo que no podrán ser expulsados de forma expeditiva.
La avalancha de marroquíes sobre la frontera de Ceuta responde a una intención deliberada del gobierno de Rabat, que ha decidido abrir completamente la mano. Los jóvenes, adultos y familias enteras que se han lanzado al agua lo han hecho ante la pasividad total de las fuerzas auxiliares marroquíes, que obedecían órdenes de no intervenir.