Por Jesús Salamanca Alonso / Rocío Monasterio desmonta por completo a Mónica López, activista y vocera de Pedro Sánchez en la telebasura pública pagada por todos los españoles. El sectarismo de este personaje, con un oscuro pasado de suspensiones de empleo y sueldo en TV, fue incapaz de pedir a Pablo Iglesias que condenara las agresiones que recibió VOX en Vallecas, donde “llovían” ladrillos –según Ferreras– o de recordar al ‘frailuno‘ Gabilondo que se disculpara por llamar “fascista” a Rocío.
Tal actitud de la presunta periodista se conoce como matonismo periodístico y quien lo practica suele ponerlo al servicio de la ultraizquierda, incluso en ocasiones al servicio de la simple izquierda. Pero, miren por dónde, al ponerse nerviosa la exmeteoróloga y quedarse sin argumentos, le faltó tiempo para saltar con aquello de “¡Las preguntas las hago yo!”, Fue la típica huida hacia adelante de quien se siente acorralada, sin argumentos e intentando cumplir al pie de la letra con los mandatos de su amo y señor. Lo aprendió en TV3; es decir, en la conocida como “trinchera catalana”. Sigue leyendo