Durante el acto, la ‘marquesa’ no ha dejado de repetir esa burrada lingüística de “todos, todas y todes”, como si formara parte de la normalidad.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hoy comencé el día con ánimo subido. Pero, tan pronto como he empezado a leer prensa digital y a ver las sandeces que dicen en la ultraizquierda madrileña y en el ministerio de Igual Da, me he ido normalizando y, a la vez, encendiendo por el uso y abuso del lenguaje que la izquierda llama inclusivo. ¿Se darán cuenta del daño que hacen al alumnado de primaria y secundaria, sobre todo?
La primera en la frente. Y es de Irene Montero, la todavía ministra ‘alfalfabeta’ a quien se le prepara una salida consensuada, pero bien indemnizada. “Hay que garantizar los derechos de todas, de todos y de todes en nuestro país”, según la ‘marquesa’. Tal patada al diccionario de la RAE merece un correctivo. Y ese no es otro que el ridículo que acumula. Ya nadie disimula y todos apuntan con el dedo a esta moza sin barragán, objeto de chistes, mofa y memes, algunos de ellos con muy dañinas intenciones, pero certeros. Sigue leyendo