Las víctimas de ETA son llamadas fascistas y “bien muertas” desde ámbitos que apoyan a los partidos que forman el gobierno de España.
Por Javier Navascués / EL CORREO DE ESPAÑA / Gonzalo Boye, el abogado chileno vinculado a la extrema izquierda y que en su día fue condenado por colaboración con ETA ha declarado que hay que olvidar el atentado de ETA contra la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987 que causó 11 muertos, 9 de ellos niños. Boye es abogado de Josu Ternera, el asesino etarra responsable de esa matanza de niños y héroe para los votantes de Pablo Iglesias y Echenique. Boye es también el abogado de Puigdemont, el golpista catalán huido de la Justicia.Boye ha criticado la, según él, persecución que sufre Josu Ternera. Nada dijo sobre las víctimas de ETA. Vivimos un triste periodo en que las víctimas de ETA son llamadas fascistas y “bien muertas” desde ámbitos que apoyan a los partidos que forman el gobierno de España. Podemos las odia y desprecia igual que odia a las víctimas que ellos mismos asesinaron en 1936, en Paracuellos y en media España. Pablo Iglesias, un personaje que probablemente se ha pasado la vida alegrándose en su casa por cada atentado etarra, ahora quiere asaltar Madrid con sus amigos vascos.
Volviendo a Boye, se sabe sobre él que es de un grado muy alto de la Masonería (sí, no es paranoia, es realidad), lo que probablemente explica que Puigdemont no fuese extraditado en su momento y que odia a los españoles con todas sus fuerzas. Es un chileno que estuvo vinculado a un grupo terrorista comunista de su país, llamado MIR. Es un personaje turbio acusado de haberse repartido con ETA parte del millonario rescate de Emiliano Revilla, empresario secuestrado por los terroristas vascos en 1988. Fue un secuestro, que duró 1 año y que conmocionó a la sociedad española de la época. Fue condenado como colaborador de ETA en ese secuestro, donde colaboraron con ETA chilenos del MIR.
No es extraño que alguien así admire a Josu Ternera. Es el mismo Josu Ternera que enamora a las mujeres independentistas en Cataluña (sí, literalmente), quizá decepcionadas, porque sus hombres no sean como los etarras. Satanás los cría y ellos y ellas se juntan.
Mientras tanto el ministro del Interior, Marlaska, nada hace por buscar la extradición de Ternera que sigue cómodamente en Francia. Ya se sabe que no hay que estropear las buenas relaciones con Bildu, grandes amigos de Pedro Sánchez, ni con ERC, buena amiga de los etarras, como Otegui, que fue la estrella invitada de su última campaña electoral en Cataluña. El madelman de saldo que ocupa la Moncloa tampoco ha mostrado nunca gran interés por las víctimas de ETA. Por sus asesinos sí, por eso los está soltando o acercando al ritmo de 6 cada semana.
En fin, triste España nos ha tocado vivir. Pero seguiremos luchando por nuestra patria hasta verla libre de todos sus enemigos. Los manifiestos y los solapados.