«Es poner al rey en un segundo plano», admite Carlos Fuente, jefe de protocolo de la Fundación Príncipe de Asturias durante 37 años y actualmente director de la escuela de eventos, protocolo y comunicación Isemco.
En LOS_RÁBANOS_POR_LAS_HOJAS / Sánchez relega al rey Felipe VI en la invitación del homenaje a las víctimas del coronavirus. El presidente del Gobierno usa una fórmula diferente a la habitual. El jefe del Estado aparece por debajo del jefe del Ejecutivo, a pesar de que el monarca es quien presidirá el acto
Pedro Sánchez ha relegado al rey Felipe VI a un segundo plano en la invitación del homenaje a las víctimas del coronavirus. El correo electrónico enviado por el Palacio de La Moncloa altera los protocolos establecidos en la representación del Estado. Lo habitual, aunque el Gobierno organice el acto, es que invite el monarca y «en su nombre el presidente del Gobierno».
En este caso, Sánchez es el protagonista. Y en el tercer párrafo se explica que el homenaje lo presidirá «Su Majestad el Rey». Esta fórmula ha sorprendido a los expertos en protocolo. Por un lado, creen que el rey debería ser quien invite. Y, por otro, tampoco entienden que se hable del «Rey» y no de los «reyes». El «homenaje de Estado» se celebrará el 16 de julio en el Palacio Real de Madrid. Y está prevista la asistencia de los máximos dirigentes de las instituciones de la Unión Europea.
«Es poner al rey en un segundo plano», admite Carlos Fuente, jefe de protocolo de la Fundación Príncipe de Asturias durante 37 años y actualmente director de la escuela de eventos, protocolo y comunicación Isemco. «El que tenía que invitar es su majestad el rey y en su nombre el presidente. Por una razón. Es un acto de Estado y el máximo representante del Estado es el rey, aunque lo organice el Gobierno».
Sin conocerse a estas alturas si este acto va dirigido a todos los fallecidos que pueden llegar a mas de 46.000 o bien únicamente a los que reconoce Sánchez que al día de hoy solo confiesan 28.403. Claro que no se conoce quienes han sido invitados… A lo mejor es solo para los de afectos al gobierno de izquierdas.
El ejemplo más claro, según los expertos, es el día de la Fiesta Nacional del 12 de octubre. El desfile militar es organizado por el Gobierno, pero invita Felipe VI. Fuente recuerda además que el presidente no representa a todo el Estado, sino «a un poder del Estado». La sensación, explica, es que se ha marginado a Felipe VI de la organización. En su opinión, el asunto es doblemente grave porque el homenaje tendrá lugar en el Palacio Real, que es la sede de la Monarquía.
Otra de las particularidades de la invitación es la fórmula «transmite su de deseo de compartir». Según Fuente no es «incorrecto», sino una forma de suavizar el lenguaje y abrir el homenaje a toda España. «Lo normal es decir ‘invita’ y punto, pero no es incorrecto», explica.
Los desplantes y errores de protocolo entre la Presidencia y la Corona desde que Sánchez asumió el Ejecutivo en junio del 2018 han sido una constante. En la Fiesta Nacional del 2018, el presidente cometió un error de bulto al colocarse a la misma altura que los reyes y fue advertido por los servicios de protocolo de la Casa Real. Hace unos días, en la reapertura de la frontera con Portugal, el monarca tuvo que corregir la posición de Sánchez en la foto junto al presidente de la República y el primer ministro portugués.
Los desplantes de Sánchez a Felipe VI
Sánchez ha tenido otros gestos poco amistosos con Felipe VI. Le comunicó la lista de ministros por teléfono, forzó un viaje del rey a Cuba poco después de las elecciones generales del 10-N del 2019 y la monarquía española, por ejemplo, fue la única que no estuvo presente en el foro de Davos.
Esta confrontación se produce en plena crisis por las revelaciones que afectan a Juan Carlos I. Sánchez ha calificado de «inquietantes y pertubadoras» las informaciones sobre el rey emérito. El presidente del Gobierno se ha mostrado partidario de acotar la inviolabilidad del monarca en una reforma constitucional.
El PSOE, por su parte, sostiene que no hay un debate abierto entre monarquía o república. Pero algunos dirigentes de su socio de coalición -Unidas Podemos- han pedido abiertamente la abdicación de Felipe VI y un referéndum para decidir el modelo de Estado.