Los socialistas solo ven la paja en ojo ajeno, pero no ven la viga en el propio.
Por Jesús Salamanca / Mucho criticaron a Esperanza Aguirre, expresidenta de Madrid, al igual que lo hicieron con Cristina Cifuentes. Esta última robó dos cremas y presentó la dimisión, en tanto que Sánchez –debido a su mala gestión del Covid 19– ha conducido a más de un centenar de personas a la muerte. No es de extrañar que ya se hable de “Gobierno asesino”. La tardanza en activar un protocolo y un Plan de actuación sanitaria ha destrozado la sanidad española, la economía y la convivencia. Y esa culpa solo es del socialismo en connivencia con el comunismo reaccionario de la ultraizquierda.