“Su escasa preparación hace que no tenga planteamientos serios ni convicciones formales y éticas; de ahí que adapte lo que dice a cada momento y circunstancia”.
Por Jesús Salamanca Alonso / El colmo del oscurantismo del presidente, Pedro ‘Plagio’, llega cuando no permite preguntas en las poquísimas comparecencias que hace y en las miradas retadoras a los periodistas para que no le planteen cuestiones comprometidas.
Ese abuso, además de hacerlo con los trabajadores de los medios, también lo hace con el erario público: tanto con el avión “particular” como en el hecho de ser la pareja “que más dinero público ha gastado desde que está en Moncloa”. Eso lo dice el INE. “¡Manda huevos!”, en palabras de Federico Trillo. Sigue leyendo