Pablo Iglesias – Otra para el gallinero

“Tania Sánchez igual ahora se está frotando las manos por aquello de ver a su rival en mala situación o si quizá contrario va a compadecer a su sucesora…”
 

Irene Montero y Pablo Iglesias: el amor roto de dos cencerros del mundo antisistema.

Por Xavier Carrió Jamilá / Dicen por ahí que el macho alfa de Podemos parece que está ya cansado de Irene Montero, su novia y portavoz,  y de común acuerdo han decidido tomarse un tiempo en su relación. Todos recordamos a la ex del líder podemita, Tania Iglesias, cuando fue relegada al gallinero después de haber sido su novia. Tampoco sabemos si ‘la Irene’ llevará el mismo camino que su predecesora y va a ser destinada a residir en las zonas altas de hemiciclo.

La presunta separación tiene muy preocupados a todos, más allá de la cuestión sentimental, por lo que pueda afectar en lo demás a la formación política. La consigna del ‘soviet supremo’, de momento, es tajante: “Todo es mentira”.

“El mito del amor romántico es algo opresor, patriarcal y tóxico”. Esta frase la pronunciaba Irene Montero hace apenas unas semanas, en una de las pocas entrevistas en las que hablaba de su relación con Pablo Iglesias. Ahora, si se confirma que el líder morado y la portavoz de Podemos se distancian como pareja, cobra todo su sentido. En los pasillos del Congreso, desde Rafael Hernando, en la derecha, hasta los propios compañeros de la pareja saben que algo pasa con Irene y Pablo pero callan o niegan porque no está el horno para bollos. 

“No quedan días de verano”, es una frase que suena a Amaral pero también al final de un amor efímero, muy oportuna en todo caso para esta penúltima semana de septiembre, cuando en este ambiente preotoñal la representante de Podemos, Irene Montero, disimula a duras penas que algo no va bien forzando sonrisas en los pasillos del Congreso de los Diputados.

Sigue leyendo

Be Sociable, Share!

Comentarios cerrados.