El feminismo sigue haciendo el ridículo por el mundo. ¿Motivos? extemporáneo, patético, irracional, cutre, antisistema, exceso de fealdad,… Y más, muchos más motivos.
Por Jesús Salamanca Alonso / Miren las dos fotografías de arriba. Despacio y pasando la ojeada de una a otra durante medio minuto. Repítanlo varias veces. Estoy convencido de que han llegado ustedes a la misma conclusión que yo. No hay color. La diferencia es brutal.
La foto de la izquierda es normal, elegante, alegra la vista, entona el alma y aporta energía para iniciar el día o superar momentos de bajón anímico. Forma parte de una tradición deportiva que, según las feministas van a exigir que desaparezca. No sé si hablar de envidia, odio o las dos ideas a la vez.
La foto de la derecha es cutre por los cuatro costados. Se dicen feministas (algunos llaman “feminazis” a estos grupúsculos por la cutredad y horterada de muchas de sus acciones: asaltan capillas en las universidades, afotean imágenes religiosas, se encadenan en catedrales, procesionan con la imagen del “coño divino”,… y un largo etcétera. En esos grupos se juntan lo más denigrante de la sociedad, lo más cutre del orbe y lo más desastroso de la humanidad. Algo así como que Dios los crea y ellos se juntan para aglutinar a lo más odioso socialmente o, como decimos en roman paladino: “Lo peor de cada casa y lo más desastroso de cada familia”.
Doy fe.