Lo que no es de recibo es que los padres ‘exploten‘ a los hijos con un sinfín de actividades que acabarán por saturar al estudiante.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hemos dicho en infinidad de ocasiones que no hay que cargar de deberes para casa a los niños. Pero, desde hace muchos años, venimos comprobando que los padres saturan a sus hijos con actividades extraescolares.
Tras salir del colegio los llevan de academia en academia y, después, al judo, fútbol, ballet,…. Desde las 17:00 horas hasta las 10:05 p.m. A esa hora llegan los niños/as a casa ‘reventados‘ y los padres ‘juran en arameo’ porque toca hacer los deberes.
Hasta segundo de secundaria es aconsejable que los deberes sean el repaso de lo que se ha trabajado ese día en clase y, en caso de no haberlo terminado, acabarlo. Esos no son tantos deberes. Lo que no es de recibo es que los padres ‘exploten‘ a los hijos con un sinfín de actividades que acabarán por saturar al estudiante y después se quejen de los deberes. Sigue leyendo