Archivo diario: 5 noviembre, 2016

Los pijomunistas

Ramón Espinar, más conocido como "niño-pijo black", en una de sus comparecencias para engañar y engatusar a los medios.

Leído en DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE ARRUINADO / No, aunque lo parezca por el título no lo es. Esto no es el argumento de una película de Pajares y Esteso (dos genios), tipo: “Los liantes”, “Los bingueros”, “El currante” o la gran “Yo hice a Roque III”. Esto no es ninguna película, los pijomunistas son una nueva clase social española, la chachi, la bienqueda, la que pita y, sobre todo, la que reparte ética y moral allá por donde va. Un pijomunista es, normalmente, un treintañero, hijo de papá, papá y mamá de profesión liberal bien remunerada o del alto escalafón del funcionariado público. Niños a los que nunca les ha faltado de nada y que han sido educados en el “progresismo izquierdista” de unos padres fieles a los conciertos de Aute, Serrat o Victor Manuel y Ana Belén.

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¡‘Miniblack’ miente!

El presidente de la cooperativa Vitra confirma que Espinar miente.

Ramón Espinar, también conocido como 'miniblack', en una comparecencia. Parece decir que de su corrupción ha salido así de poco.

En LIBERTAD DIGITAL / Francisco Naranjo, presidente de Vitra, ha hablado en Es la Tarde de Dieter del pelotazo urbanístico de Ramón Espinar. El senador de Podemos compareció este miércoles para justificarse pero dio algunos datos discutibles o, directamente, falsos. Así lo ha puesto de manifiesto el propio Naranjo.

En primer lugar, Naranjo ha confirmado que Espinar pudo haber renunciado a la vivienda al darse cuenta de que no podía pagarla. Eso desmonta los argumentos del senador, que alegó que vendió la casa porque no tuvo más remedio. Según el presidente de Vitra, Espinar pudo haberse “dado de baja” de la cooperativa por no poder afrontar la hipoteca y “se le hubiera devuelto hasta el último real”. En su caso, la devolución habría ascendido a unos 50.000 euros, la aportación hecha hasta la fecha. En vez de esto, Espinar escrituró la casa para venderla unos meses después, con una plusvalía de 30.000 euros. Sigue leyendo