Fidel Castro no ha sido un ejemplo sano de nada ni lo será, como no lo ha sido el comunismo.
Por Jesús Salamanca Alonso / Son innumerables las familias que han perdido algún ser querido por culpa de Fidel Castro y de sus políticas rancias, egoístas y personalistas. Todo eso ha llevado a que el dictador muriera enriquecido a más no poder. Nada que ver con otros líderes, no comunistas, que han dejado de existir y no se les conoce patrimonio crematístico ni mobiliario.
Fidel no ha sido un ejemplo sano de nada ni lo será, como no lo ha sido el comunismo; excepto para ver en él un sistema capaz de arruinar cuanto toca, además de destrozar un país que era el segundo más próspero del continente americano en el momento en que Castro llegó a la isla acompañado por un pelotón de aprovechados que hablaban de la revolución necesaria.