Agudo ridículo entre los políticos emergentes

“Francisco J. León de la Riva y todo su equipo consiguieron conformar un proyecto que durante veinte años ilusionó a la ciudadanía. No sé si se puede llamar equipo a lo que tiene el tal Puente, don Oscar”

Oscar Puente y Saravia, alcalde y teniente de alcalde de Valladolid, socialista y comunista que paralizan Valladolid.

Por Jesús Salamanca Alonso / Nunca habíamos conocido en Valladolid un alcalde menos sensible a la realidad, con mayor dejadez y más distante con la ciudadanía que el alcalde actual. Muchos hablan de hipocresía: fue dos días en bicicleta y no se baja del coche oficial. En apenas unos meses, Valladolid empieza a adoptar un color grisáceo, como otras ciudades donde se dedican a ‘jugar’ a políticos de color socialista, podemita o comunista; eso sí, estos dos últimos avergonzados del nombre de su formación política y de lo que representa: la prueba es que concurren bajo nombres que desorientan a la ciudadanía. ¿Y saben el porqué de tal vulgaridad? Pues porque el ciudadano de a pie sabe que lo que toca el comunismo lo funde; el propio nombre de “comunista” recopila odio, muerte, represión y persecución. Solía decir Tao Te King que el gran camino de la política es llano, pero la mala gente y el mal político ama los senderos. Precisamente, en los senderos comienza la corrupción. No es por casualidad eso de acudir a unas elecciones con nombre retorcido; claro que, mientras unos dicen eso de “Valladolid toma la palabra”, otros estamos convencidos de que deberían haber dicho: “Valladolid se tumba a la bartola”.
Sigue leyendo

Be Sociable, Share!

Comentarios cerrados.