Las palabras de Pablo Iglesias son prueba de su inmadurez política y de su mediocre incontinencia verbal.
Por Jesús Salamanca Alonso / Pablo Iglesias pierde adeptos cada día que amanece y decide levantarse. Y si habla, pierde más. Parece mentira que un profesor universitario caiga tan bajo y diga que Arnaldo Otegi es un preso político, cuando en España no hay presos políticos desde tiempo inmemorial. Curiosamente, “Coleta morada” y su formación se han opuesto a la liberación de los presos políticos venezolanos.
Estamos ante la hipocresía por la hipocresía. Son capaces de defender cada día lo que sea y lo contrario, de ahí que caigan en constantes contradicciones; y a esa hipócrita defensa contribuyen algunas cadenas de TV desestabilizadoras como ‘La Secta’ y ‘Cuatro’, donde los analistas no se sabe de qué fuentes beben y en qué se basan para llegar a ciertas conclusiones risibles.
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