“Nicolás Maduro, al más puro estilo fascista, echa la culpa a los demás y no reconoce la ineptitud de su Gobierno”
Por Jesús Salamanca Alonso / Lo mismo le da hablar de política que de pobreza. Sí, nos estamos refiriendo a Nicolás Maduro, aunque la inmadurez la lleva en el nombre y en los apellidos. Cree entender de todo y ser capaz de dar respuesta a cualquier contratiempo. Pero lo que demuestra es una ignorancia inusual. Su Gobierno fascista y su discurso populista ha empezado a perder fuerza. Las próximas elecciones pueden ser decisivas.
Precisamente porque serán decisivas, exigimos un control y supervisión internacional, con especial compromiso de aquellos países limítrofes. En pleno siglo XXI son denunciables su actitud, las medidas adoptadas, la represión permanente, los crímenes de Estado y la existencia de presos políticos.
Por todo ello, el Gobierno venezolano se ha convertido en el hazmerreír del mundo. Y lo peor de todo es que pretenden exportar la sarta de estupideces que allí cometen; prueba de ello es la secta podemita que ha invadido España, por suerte ya en retirada.