Por Xavier Carrió / A los líderes de la izquierda que apoyaron la marcha por la libertad se les ha visto el plumero, extrañaba la falta de reacción de comunistas y socialistas ante las espeluznantes escenas de violencia vividas el pasado sábado donde los violentos que arrasaron Madrid mandaron a setenta policías al hospital. Han tenido que pasar más de cinco días para que un líder de la izquierda condenara la extrema violencia de los vándalos pero con matices.
La causa de la falta de reacción de estos pacifistas de pacotilla la aclaró finalmente Elena Valenciano. Después salieron en cascada el resto de promotores, Cayo Lara, Oscar López, Toxo, Méndez etc… diciendo lo mismo y echando la culpa a la policía por su mala organización para reprimir a los manifestantes. Como si hubiera sido la policía quienes destrozaron las calles, quemando contenedores. Resulta que la causa de incomparecencia de estos días estuvo que el duelo por la muerte de Adolfo Suarez impidió que pudieran dar su opinión sobre este asunto. Como si todos ellos hubieran estado los cinco días velando al cadáver.
La explicación puede estar en que estaban a la espera del resultado de la huelga estudiantil, donde esperaban otro brote de violencia mayor que el pasado sábado. Salvo hechos aislados protagonizados por los violentos llegados de toda España que ya habían actuado el sábado y que estaban alojados desde hacía días en plan okupa en el edificio del vicerrectorado de la Complutense y que al final tuvo que echarlos de allí por marranos el rector, quien hasta ahora se había mostrado muy acogedor con este tipo de personal.
Cada vez que sale un tal Pablo Iglesias, que al parecer está a sueldo del régimen iraní o una tal Tania, dando lecciones de democracia y pacifismo, defendiendo a los desahuciados y calentando al personal a través de la sexta y otros medios, me da que pensar que para esta semana se habían conjurado junto a la kale barroka gallega con el fin de derribar al gobierno incendiando las calles y que algo no ha salido tan bien como todos ellos esperaban.
Su único éxito ha sido poner en evidencia la descoordinación del Ministerio de Interior con los mandos de la policía y la inutilidad de la justicia que ha soltado a 19 de los 20 detenidos por entender que ellos no tenían intención de arrasar las calles, lo que ahora mismo me preocupa muchísimo, ya que si estos son los que tienen que defendernos y están acorralados…, como para salir corriendo…