Hipócrita supresión de la ESO en Castilla y León.

Mientras Herrera habla de fomentar y desarrollar el ámbito rural, el consejero de educación y su gente destrozan los compromisos del presidente con los alcaldes y con la ciudadanía.

Hace unos días decíamos que “la Junta de Castilla y León comienza a construir lo que será, a partir de septiembre, un peldaño más de la nefasta política educativa para la comunidad. No se conforman con el daño que ya han hecho. Un daño que empezó por la descoordinación entre las Direcciones Provinciales de Educación durante las dos legislaturas anteriores, continuó por la represión en temas de personal y acabará por cerrar centros, desplazar innecesariamente alumnado a otras localidades y soliviantar a centenares de padres y madres del ámbito rural, ello contradice las palabras del presidente, como ya es costumbre”. Viene a cuento lo dicho, por el afán de suprimir la ESO en varias localidades de León y de Castilla.

Precisamente en esa misma idea han incidido los alcaldes que defienden la continuidad de los niños en sus actuales emplazamientos, porque sobran razones y porque la Consejería de Educación ha dejado pasar los diez años a los que aludía la ley orgánica. Ni se ahorra con la medida ni se mejora el sistema educativo, pero sí se perjudica a la zona rural, al propio alumnado y a la vida de muchas poblaciones. Sin duda, la ignorancia es muy atrevida y el consejero ha dado muchas muestras de ello.

El consejero de Educación y su equipo han puesto a Juan Vicente Herrera Campos a los pies de los caballos, porque están haciendo lo contrario de lo que dice día a día el presidente. Mientras Herrera habla de fomentar y desarrollar el ámbito rural, el consejero y su gente destrozan los compromisos del presidente con los alcaldes y con la ciudadanía. El presidente, Juan Vicente, tiene ahora mismo un problema serio y grave, por lo que debe cesar al actual consejero de Educación y a su lugarteniente.

No es de recibo un consejero así y menos en las actuales circunstancias. Juan Vicente Herrera no debe descartar que algunos alcaldes presenten la dimisión tras la bofetada recibida. Se sienten engañados y comprueban cómo su pueblo está indefenso, sobre todo por las entrevistas que el consejero ha fijado a tan largo plazo para cerrar cauces y evitar la marcha atrás.  Si se mantiene la actual política de descoordinación, se evidenciará una vez más que Herrera Campos y sus consejeros van al ritmo del ejército de Pancho Villa.

Digo que no es de recibo un consejero así porque demuestra desconocer en profundidad el sistema educativo y las necesidades de la comunidad, a la vez que sus métodos trasnochados ‘se pierden en la noche de los tiempos’. Y encima saca pecho, lo que hace pensar que sólo merece el «escrache» de todo el profesorado, de sus compañeros-consejeros y de la ciudadanía. Se ha ganado a pulso la jubilación. No da más de sí su contradictoria política.

Juan Vicente Herrera está pidiendo financiación al Gobierno por la dispersión de población en León y en Castilla, así como por el excesivo envejecimiento y la ruralidad. Mientras tanto, el consejero de Educación le desmonta el proyecto, por lo que la  credibilidad de Castilla y León está en el albañal de la política. ¿Qué van a recibir León y Castilla con la reforma de la Administración local? Se lo diré: con la actitud del consejero de Educación, y el poco peso que tiene la comunidad, se suprimirán decenas de poblaciones y las juntas vecinales se irán diluyendo como azucarillos.

Estoy totalmente de acuerdo con la apreciación que hace el actual alcalde de Mayorga de Campos –localidad afectada por la supresión de la ESO– en su contestación a un “tweet” de quien escribe. Y a ello le respondo que “no se debe sacar rentabilidad política, pero la Consejería de Educación da pie a ello y facilita el camino a la oposición. No es más que acuda mañana a las Cortes de Castilla y León y comprobará que el tema de la ESO y Mayorga son el tema estrella. Quienes somos de la zona rural entendemos plenamente la defensa que usted está haciendo. No se deje engañar respecto a los ‘éxitos presuntos’ de la educación en Castilla y León. El mérito es nuestro, del profesorado, en ningún momento de la Consejería”

Por otra parte, el alcalde de la citada localidad, señor Magdaleno, aún no debe saber que el próximo curso puede quedarse sin educación de adultos su localidad, debido a la orden de la Consejería que regula las enseñanzas no formales de la EPA. No estaría de más que pidiera una entrevista al ínclito director provincial de educación de Valladolid, no sea que le den dos platos en el mismo convite.

Jesús Salamanca Alonso

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