Carta abierta a Martha Colmenares
Querida Martha: está conmigo un amigo venezolano en este momento y está muy indignado. Ayer estuvo en el Consulado venezolano en Madrid para hacer la inscripción consular de sus dos hijas y no le permitieron hacerlo. No se inscribe a nadie en el Consulado y no renuevan los pasaportes para que solo voten quienes votaron en las elecciones anteriores.
Me parece una desfachatez. Ya podemos comprobar que las elecciones no van a ser limpias y, precisamente, se empieza por cosas como la que cuento. Tenéis que exigir presencia internacional de supervisores. Por lo que veo, pretenden seguir haciendo sufrir a Venezuela. Habrá muerto el dictador pero ha dejado su herencia mortífera y envenenada. Espero que con el paso de los meses se convenza la ciudadanía venezolana del daño que ha hecho ‘el Gorila rojo’. Como he dicho otras veces, espero que lleve tanta paz como desprecio ha recibido entre las naciones.