España no tiene por qué estar más satisfecha por el hecho de que países como Grecia, Bulgaria Portugal, Irlanda o Hungría… recorten de forma brutal en educación.
No hay duda que la memoria económica de la LOMCE es simplemente economicista y deja de lado la calidad educativa y la mejora del sistema actual, aunque el propio acrónimo parezca decir lo contrario. Por tanto, la LOMCE se basa en el recorte puro y duro, sin tener en cuenta el aviso de la Comisión Europea respecto a que los recortes en educación que están llevando a cabo varios países (entre ellos España), con el fin de reducir el déficit y combatir la crisis de deuda, ponen en riesgo el crecimiento económico del futuro, así como la competitividad.
El mal es de muchos y no por ello debe ser consuelo para todos. España no tiene por qué estar más satisfecha ni consolada por el hecho de que países como Grecia, Bulgaria Portugal, Irlanda o Hungría, por poner unos ejemplos, recorten de forma brutal en educación. No son precisamente países hacia los que debamos mirar ni debamos parecernos en nada.