Mariano Rajoy no nos ha echado muchas mentiras; solo nos ha echado una, pero ha sido general desde que tocó poder.
Hace un año que el Partido Popular aprobó la reforma laboral actual, tras fracasar estrepitosamente la reforma del Gobierno anterior, pero no ha dado sus frutos. El paro sigue en ascenso, el 57,6% de los jóvenes menores de 25 años no tienen empleo y serias dificultades para encontrarlo. Los recortes tampoco han dado sus frutos en positivo o, mejor dicho, sí han dado algunos frutos: la medida ha cabreado sobremanera a funcionarios, parados, empleados, personal laboral, estatutario y, lo que es más importante, han servido para concienciarse de cara a las próximas elecciones.