Lo peor del recorte de liberados sindicales tiene doble vertiente: por un lado, son muy pocos los que se recortan y, además, se hace de forma gradual. Y por otro lado, el acuerdo alcanzado entre la Junta y los dirigentes sindicales es reversible. Sí, sí, la Junta está dispuesta a volver a liberar a todo un ‘batallón’ de gente cuando la economía de la comunidad supere el 2,5% durante dos trimestres consecutivos. ¿Han leído mayor insensatez? ¡Pues ahí la tienen, tiesa y firmada la obra!
Estos políticos de comunidades de vía lenta van de temeridad en temeridad. No se les caen los anillos ante las barbaridades que firman ni ante los acuerdos que adoptan, pero son incapaces de ver los atropellos que cometen. Deberían reflexionar y darse cuenta que los recortes han llegado por su ineficacia, su inseguridad, su comodidad y la falta de realidad en que se mueven. Por cierto, nadie entiende que sea reversible el acuerdo con los liberados sindicales y, sin embargo, no lo sean las tropelías que han cometidos con los sueldos de los trabajadores públicos. Como decía el otro: “quien me escribió que me lea”.
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