España al borde de la quiebra.

Miedo. Miedo es  lo que hay  en este momento en España  y en el conjunto de la Unión Europea. Tanto presumir el presidente Rodríguez Zapatero de la economía española y resulta que ésta tenía una solidez cero. No solamente él ha cometido errores múltiples sino que sus asesores le han inducido a otros  de bulto una y otra vez, tanto por su ignorancia como su demostrada mediocridad  y un alto grado de desfachatez. ¡España se hunde y el presidente ‘vendeburras‘  no lo ve, no quiere verlo o sencillamente no le interesa reconocerlo!

El Fondo de rescate europeo no llega para el colchón que precisa España. La suspensión de pagos  de España está al caer. Esto ya no hay quien lo sujete. Nos han engañado desde el Gobierno; primero fue  Solbes, después el propio Zapatero, posteriormente la actual ministra de Economía. Hasta Joaquín Almunia, hoy vicepresidente de la comisión europea y comisario de la competencia, ha dicho que «España carece de solvencia». Pero ha  ido más lejos: «lo estamos viendo en cómo reaccionan los mercados ante la deuda pública española o la deuda privada de empresas o entidades españolas».

La quiebra de la economía española ya no ofrece dudas. No hay más que profundizar en las razones de mercado de Credit  Dfault Swaps (CDS). Por lo visto se precisa con carácter de urgencia un amplio seguro que cubra las anunciadas pérdidas procedentes de impagos (default), en el supuesto de que el Gobierno socialista español  incumpla «las promesas anunciadas en mayo, no aplique nuevos recortes y no ponga en marcha las serias y profundas reformas estructurales de liberalización precisas para impulsar el crecimiento».

España  toca el abismo con los dedos y no tiene dónde sujetarse. Se hunde porque el Gobierno socialista no ha sido capaz de poner los medios  a tiempo ni de hacer los deberes que procedía.  Y es que el presidente ‘vendeburras’ se ha visto desbordado desde que se inició la crisis, sobre todo desde su agudización.  Ha defendido un erróneo  modelo de economía contemplativa, pensando que Europa lo resolvería todo. Y miren adónde nos ha llevado.

Hay pruebas más que suficientes para demostrar lo que decimos: el economista jefe del gigante financiero Citi, Willem Buiter, lo ha expuesto con suma claridad y su diagnóstico es demoledor para España y otros países de la Unión Europea. En una palabra: no ha dejado títere con cabeza sujeta. Ahí es nada “Grecia, Irlanda y Portugal son insolventes, España lo será pronto, Italia y Bélgica amenazadas”, ha afirmado con contundencia. El BCE tendrá que monetizar la deuda pública de los PIIGS. Para echarse a temblar.  El presidente, Rodríguez Zapatero, ha repartido a manos llenas entre los suyos hasta lo que no tenía, perjudicando seriamente a quienes más lo necesitaban; en cierto modo nos ha encorsetado en la injusticia a la vez que nos ha recordado a  Alphonse  Karr cuando afirmaba que “la edad en que todo se reparte e incluso se da generosamente es la edad en que nada se tiene”.

Desde hace tiempo venimos denunciando la actitud de vagancia continuada que caracteriza al Gobierno español; la mediocridad de casi todos sus ministros; la falta de perspectivas de futuro; los inexistentes planes de empleo; el déficit continuado y, lo que es más grave, la falta de aportaciones a la Seguridad  Social: la hucha que los gobiernos de Aznar llenaron, los sucesivos gobiernos socialistas no solo no han aportado sino que han metido la mano en ella con un descaro arrogante. Es lo que ha puesto en peligro las pensiones, a la vez que lentamente llevaban a España a la quiebra económica. Y aquí llegamos, señores. Lo que no se entiende es la torpeza de la ciudadanía otorgando el voto al inmaduro y vulgar socialismo español, pomada de todas las salsas sospechosas y ruina de la vulgaridad más sonante y malsonante.

La prensa inglesa, francesa y alemana no han podido ser más claras y explícitas: «¡Maldito socialismo español!». Hasta la aturdida ministra de Economía, Elena Salgado, ha llegado a decir que «no son necesarias nuevas medidas»,  en un acto de desorientación, torpeza y animalidad política. Decimos  lo de animalidad política porque el rescate de España va a depender, en última instancia, del apoyo del Banco Central Europeo (BCE). Nos explicamos: el BCE se va a ver obligado a adquirir emisiones de deuda pública española, así como de otros países flojos o débiles económicamente, y además se va a ver obligado a continuar inyectando liquidez a los sistemas financieros. De no hacerlo así, será inevitable el colapso.

Ahora mismo la tensión se masca en Europa y se teme por España. La deuda pública española tiene actualmente menos credibilidad que un concejal socialista en campaña electoral o que Juan Vicente Herrera Campo en la Feria del vino,  después de haber visitado y probado el mosto en todos los stands. Detrás del fracaso español  se sitúa Italia,  con lo que los denominados países periféricos (PIIGS) demuestran que siguen siendo los más débiles de la zona euro. Tanto Zapatero como Berlusconi mintieron con datos falsos y ya se sabe que la verdad, si no es entera, se convierte en aliada de lo falso.

La vergüenza y la asignatura pendiente se han instalado en el Gobierno socialista español. Nunca tan pocos hicieron tanto daño a tanta gente. El ya citado gigante financiero Citi, no descarta una cercana suspensión de pagos de España, tal y como establece el mecanismo de rescate permanente aprobado el fin de semana pasado, más conocido como “Plan Merkel”. Se veía venir y ahora pueden verlo todos ustedes. Rodríguez Zapatero conduce un barco a la deriva, pero nada tiene que ver con lo que decía Shakespeare respecto a que “la fortuna llega en algunos barcos que no son guiados”. Tendremos tiempo suficiente para comprobarlo. Y a veces nos gustaría equivocarnos.

Be Sociable, Share!

Comentarios cerrados.